TORREDELCAMPO ANTE LAS DROGAS

Programa de prevención de drogodependencias comunitario dependiente del Ayuntamiento de Torredelcampo, y la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía

miércoles, 19 de agosto de 2020

ADOLESCENCIA DECISIVA

La adolescencia es una de las etapas evolutivas más complejas e interesantes por las que atravesamos en nuestro desarrollo como seres humanos.

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Muchos padres y madres de adolescentes califican esta fase como complicada y conflictiva, y ello en parte se debe al desconocimiento del conjunto de cambios que aparecen bruscamente en todos los órdenes, físico, psicológico, emocional, intelectual, social e incluso hormonal. Pues bien, entender estos cambios, como los responsables de sus alteraciones de humor y en ocasiones malas formas es básico para iniciar una adecuada relación parental.



 Y es que durante el inicio de la adolescencia, que viene a coincidir con 1º y 2º de ESO, se observa una bajada significativa en la autoestima que sume al adolescente en una gran confusión sobre sí mismo/a y su futuro, inseguridad, rebeldía, al tiempo que  desarrolla una  visión del mundo sumamente pesimista. 

Esta situación es tan general que afecta aproximadamente a un 80% de chicos y chicas, cuya visión de su futuro se sintetiza en  la creencia de que su vida no va bien y que es necesario hacer cambios urgentes en ella. Ahora bien, esta concepción tan nefasta cambia radicalmente cuando llegan a tercero de la ESO, es decir, cuando todos estos cambios empiezan a asentarse.

El saber que esta bajada de la autoestima es general en  chicos y chicas con edades comprendidas entre los 12-13 años, y que asociada a la misma aparecen sentimientos de inseguridad y angustia es fundamental para comprender estos cambios de humor que sufre el/la adolescente y para que el adulto pueda ayudarle a atravesar este periodo de la mejor forma posible.

Pero además la conducta de rebeldía propia de esta edad, está muy asociada a los cambios que sufre a nivel cognitivo (intelectual), los cuales  le permite imaginar otros mundos, otras posibilidades y alternativas tan amplias como poderosa sea su imaginación, pero claro esto va a chocar de frente con el establecimiento de normas familiares, que se discutirán hasta la saciedad y donde las comparaciones con fulanico o cetanico acabarán por extenuar aún más a los progenitores.

Ayuda mucho ver esta situación como una buena señal que indica un desarrollo evolutivo correcto, es decir, que estoy ante un/a adolescente que es capaz de pensar por sí mismo/a, que es competente para  imaginar nuevas posibilidades ante una realidad que es así pero que podría ser de otro modo y ahí justamente está la base del avance de nuestra especie, en el cambio, en la búsqueda de nuevas posibilidades y realidades que nace en las mentes de las nuevas generaciones adolescentes y jóvenes.

Si quieres ampliar tu conocimiento sobre el mundo adolescente escucha esta conferencia de la mano de uno de los grandes antropólogos de Atapuerca, un investigador que trata de conocer el pasado para explicar nuestro presente. ¡MUY INTERESANTE!




jueves, 6 de agosto de 2020

ANTE LA DECISIÓN DE COMPRAR UN MÓVIL A NUESTROS HIJOS E HIJAS

Imagen de Free-Photos en Pixabay 
Cuando compramos a un niño/a un teléfono móvil le estamos dando acceso a una ventana que da paso a todo el mundo virtual.

Consciente de las potencialidades de los móviles, ventajas y riesgos, una madre compró a su hijo de  13 años  un teléfono móvil, pero no se lo entregó sin más, sino que el teléfono venía acompañado por un  si contrato redactado por ella para su hijo donde establecía las siguientes normas:[1]
[1] https://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/empecemos-por-los-principios/2013-09-27/las-18-reglas-que-dicto-una-madre-al-regalarle-un-movil-a-su-hijo-de-13-anos_32920/
      Ø     Es mi teléfono. Yo pagué por él. Yo te lo presto a ti. 
Ø     Yo siempre conoceré la contraseña.
Ø     Si suena, cógelo. Es un teléfono. Di “hola”, haz gala de tus modales. Jamás ignores una llamada si en la pantalla se lee “Mamá” o “Papá”. Jamás.
Imagen de Jan Vašek en Pixabay 
Ø     Le darás el teléfono a uno de tus progenitores de inmediato a las 19:30h cada día de colegio y a las 21:00h el fin de semana. Estará apagado toda la noche y se volverá a encender a las 18:30h. Si no harías una llamada al teléfono fijo de alguien, donde sus padres pueden contestar, tampoco llames o envíes mensajes con el móvil.  Respeta a las otras familias como nos gusta que nos respeten a nosotros.
Ø     No irás al colegio con él. Conversa en persona con la gente a la que envías mensajes. Las excursiones y las actividades extraescolares requerirán consideraciones especiales.
Ø     Si se cae en el baño, se golpea contra el suelo o se esfuma en el aire, eres el responsable de los costes de sustitución o reparación. Corta el césped, haz de canguro, ahorra dinero de tu cumpleaños. Si ocurre, tendrás que estar preparado.
Ø     No uses la tecnología para mentir, hacer tonterías o engañar a otro ser humano. No te involucres en conversaciones que sean dañinas para los demás. Sé un buen amigo.
Ø     No envíes mensajes, correos electrónicos o digas nada a través de este medio que no dirías en persona.
Ø     No envíes mensajes, correos electrónicos o digas a alguien algo que no le dirías en voz alta y en presencia de sus padres. Autocensúrate.
Ø     Nada de porno. Busca en la web información que compartirías abiertamente conmigo. Si tienes alguna duda sobre algo, pregunta a una persona. Preferiblemente, a tu padre o a mí.
Ø     Apágalo, siléncialo, déjalo a un lado en público. Especialmente en restaurantes, en el cine o mientras hablas con otro ser humano. No eres una persona maleducada, no dejes que el iPhone cambie eso.
Ø     No envíes ni recibas imágenes de tus partes íntimas o de las partes íntimas de cualquier otra persona. No te rías. Algún día estarás tentado de hacerlo, a pesar de tu gran inteligencia. Es arriesgado y puede arruinar tu vida adolescente/joven/adulta. Es siempre una mala idea. El ciberespacio es vasto y más poderoso que tú. Y es difícil hacer que algo de esa magnitud desaparezca, incluyendo una mala reputación.
Ø     No hagas tropecientas fotos o vídeos. No hay necesidad de documentarlo todo. Vive tus experiencias. Quedarán registradas en tu memoria toda la eternidad.
Ø     Deja tu móvil en casa a veces y siéntete protegido y seguro de esa decisión. No está vivo ni es ninguna extensión de tu cuerpo. Aprende a vivir sin él.
Ø    Practica juegos de palabras, puzzles o rompecabezas de vez en cuando.
Ø     Mantén tus ojos arriba. Observa el mundo que sucede a tu alrededor. Mira por la ventana. Escucha a los pájaros. Date un paseo. Pregúntate sin buscar en google.
Ø     Te harás un lío. Te quitaré el teléfono. Nos sentaremos y hablaremos sobre ello. Volveremos a empezar. Tú y yo siempre estamos aprendiendo. Estoy en tu equipo. Estamos juntos en esto.
Ø     Tras estas directrices, la carta termina con el despido de la madre: “Espero que puedas aceptar estos términos. Muchas de las lecciones aquí recogidas no se aplican sólo al movil, sino a la vida. Estás creciendo en un mundo que cambia rápido. Es apasionante y tentador. Haz las cosas sencillas. Confía en tu poderosa mente y en tu gran corazón por encima de cualquier máquina. Te quiero. Espero que disfrutes de tu nuevo y espectacular teléfono.

miércoles, 5 de agosto de 2020

DE ENFADOS Y OTRAS EMOCIONES….

Imagen de Gino Crescoli en Pixabay
No son iguales las emociones que los estados emocionales. Las primeras surgen a partir de la interpretación que hacemos de las cosas que nos suceden, son de corta duración, van y vienen marcando nuestro día a día pero sin persistir;  en los estados emocionales vivimos, de ahí que haya personas que muestran en su día a día un talante alegre, vitalista y optimista mientras que otras viven enfadadas, resentidas y con sentimientos agrios.

Esa forma de enfocar la vida afecta a nuestro interior, de forma que cuando realizamos valoraciones positivas o negativas sobre lo que nos sucede, nuestro organismo genera hormonas que nos ayudan a adaptarnos a la situación, vivir con plenitud y entusiasmo o por el contrario a situarnos en el foco de la negatividad. En este sentido la serotonina está vinculada al bienestar, al tiempo que disminuye la agresividad; la dopamina  con la felicidad, pero es peligrosa ya que podemos tomar decisiones de las que nos podemos arrepentir. Sin embargo, un exceso de tetosterona favorece la agresividad, mientras que el cortisol  destruye nuestro sistema inmunitario.

Ahora bien, es inevitable que en la interacción con otras personas tengamos encuentros desagradables a los que conviene saber hacerles frente, fundamentalmente para preservar nuestra salud física y psicológica, siendo este un rasgo muy cierto de que se tiene inteligencia emocional.

Imagen de Hanna Kovalchuk en Pixabay 
Algunas pautas para enfrentar enfados, malas caras, malos modos al tiempo que evitamos contagiarnos de este conjunto de emociones negativas:

Comprender que las personas nos enfadamos cuando sentimos que alguien trata de sobrepasarse con nosotros o nuestras cosas, por tanto intentar empatizar con el otro/a y valorar nuestra parte de responsabilidad.

Abordar el asunto de forma exclusiva, no incluir otros temas que nada tengan que ver.

Si la persona está muy enfadada, no entrar al trapo de provocaciones e intentar dejar la discusión para cuando esté calmada.

Evitar rumiaciones, es decir, no dar vueltas a lo que el otro/a ha dicho para evitar cargarnos de agresividad y agrandar el problema.

Si finalmente nos hemos contagiado del enfado y cargado de adrenalina y cortisol, lo mejor es tratar de dejar la discusión y calmarse. Ya se sabe dos no discuten si uno/a no quiere.

También podemos:
Ø      Hacer respiraciones profundas.
Ø      Irnos a dar un paseo a paso rápido para irnos regulando y  segregando endorfinas que nos van a permitirnos relajarnos.
Ø   Si tienes cerca  alguien de confianza y que sepa escuchar, también puedes hablar del problema evitando contagiar al otro.

lunes, 3 de agosto de 2020

CREENCIAS SOBRE EL ALCOHOL EN TIEMPOS DE COVID



El Ministerio de Sanidad nos habla de la persistencia en la población de un conjunto de mitos en relación al consumo de alcohol y el covid-19 QUE ES CONVENIENTE SEPAMOS QUE SON SÓLO ESO CREENCIAS ERRÓNEAS:

Mito: El consumo de bebidas alcohólicas destruye el virus que causa la COVID-19.
Realidad: El consumo de bebidas alcohólicas no solo no destruye el virus que causa la COVID-19, sino que probablemente aumenta los riesgos para la salud si la persona contrae el virus.

Mito: Si se consumen bebidas alcohólicas de alta graduación es posible matar al virus en el aire inhalado.
Realidad: El consumo de bebidas alcohólicas no matará el virus en el aire inhalado; no se desinfectará la boca ni la garganta; ni se obtendrá tampoco protección alguna contra la COVID-19.

Mito: Las bebidas alcohólicas (cerveza, vino, licores de hierbas y otros licores) estimulan la inmunidad y la resistencia frente al virus.
Realidad: Las bebidas alcohólicas son nocivas para el sistema inmunitario y no estimulan la inmunidad ni la resistencia frente al virus.

Mito: El alcohol relaja y alivia el estrés
Realidad: Inicialmente el consumo puede generar estados placenteros, pero después puede generar estrés y ansiedad.

Mito: El alcohol es un alimento
Realidad: El alcohol aumenta la producción de grasa y no alimenta.  Se aconseja
seguir unos buenos hábitos alimentarios, sobre todo de consumo
de fruta y verdura.

Mito: Consumir facilita las relaciones sexuales
Realidad: El alcohol y otras drogas pueden provocar desinhibición en un primer momento. Sin embargo, posteriormente interfieren en la capacidad sexual e impiden una relación sexual plena.