Cuando compramos a un niño/a un teléfono móvil le estamos dando acceso a una ventana que da paso a todo el mundo virtual.
Consciente de las potencialidades de los móviles, ventajas y riesgos, una madre compró a su hijo de 13 años un
teléfono móvil, pero no se lo entregó sin más, sino que el teléfono venía acompañado por un si contrato redactado por ella para su hijo donde establecía las siguientes normas:
https://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/empecemos-por-los-principios/2013-09-27/las-18-reglas-que-dicto-una-madre-al-regalarle-un-movil-a-su-hijo-de-13-anos_32920/
Ø Yo
siempre conoceré la contraseña.
Ø Si
suena, cógelo. Es un teléfono. Di “hola”, haz gala de tus modales. Jamás ignores una llamada
si en la pantalla se lee “Mamá” o “Papá”. Jamás.
Ø Le darás
el teléfono a uno de tus progenitores de inmediato a las 19:30h cada día de
colegio y a las 21:00h el fin de semana. Estará apagado toda la noche y se volverá a encender a las 18:30h. Si
no harías una llamada al teléfono fijo de alguien, donde sus padres pueden
contestar, tampoco llames o envíes mensajes con el móvil. Respeta a las otras familias como nos gusta que nos respeten a
nosotros.
Ø No
irás al colegio con él. Conversa en persona con la gente a la que
envías mensajes. Las excursiones y las actividades
extraescolares requerirán consideraciones especiales.
Ø Si se
cae en el baño, se golpea contra el suelo o se esfuma en el aire, eres
el responsable de los costes de sustitución o reparación. Corta
el césped, haz de canguro, ahorra dinero de tu cumpleaños. Si ocurre, tendrás
que estar preparado.
Ø No
uses la tecnología para mentir, hacer tonterías o engañar a otro ser
humano. No te involucres en conversaciones que sean dañinas para los demás. Sé
un buen amigo.
Ø No
envíes mensajes, correos electrónicos o digas nada
a través de este medio que no dirías en persona.
Ø No
envíes mensajes, correos electrónicos o digas a alguien algo que no le dirías
en voz alta y en presencia de sus padres. Autocensúrate.
Ø Nada
de porno. Busca en la web información que compartirías abiertamente
conmigo. Si tienes alguna duda sobre algo, pregunta a una persona.
Preferiblemente, a tu padre o a mí.
Ø Apágalo,
siléncialo, déjalo a un lado en público. Especialmente en restaurantes, en el
cine o mientras hablas con otro ser humano. No eres una persona maleducada, no dejes que el iPhone cambie eso.
Ø No
envíes ni recibas imágenes de tus partes íntimas o de las partes íntimas de
cualquier otra persona. No te rías. Algún día estarás tentado de hacerlo, a
pesar de tu gran inteligencia. Es arriesgado y puede arruinar tu vida
adolescente/joven/adulta. Es siempre una mala idea. El
ciberespacio es vasto y más poderoso que tú. Y es difícil hacer
que algo de esa magnitud desaparezca, incluyendo una mala reputación.
Ø No hagas
tropecientas fotos o vídeos. No hay necesidad de documentarlo todo. Vive tus
experiencias. Quedarán registradas en tu memoria toda la eternidad.
Ø Deja
tu móvil en casa a veces y siéntete protegido y seguro de esa decisión. No está
vivo ni es ninguna extensión de tu cuerpo. Aprende a vivir sin él.
Ø Practica juegos de palabras, puzzles o rompecabezas de vez
en cuando.
Ø Mantén
tus ojos arriba. Observa el mundo que sucede a tu alrededor. Mira
por la ventana. Escucha a los pájaros. Date un paseo.
Pregúntate sin buscar en google.
Ø Te harás
un lío. Te quitaré el teléfono. Nos sentaremos y hablaremos sobre ello.
Volveremos a empezar. Tú y yo siempre estamos aprendiendo. Estoy
en tu equipo. Estamos juntos en esto.
Ø Tras
estas directrices, la carta termina con el despido de la madre: “Espero que
puedas aceptar estos términos. Muchas de las lecciones aquí recogidas no se
aplican sólo al movil, sino a la vida. Estás creciendo en un mundo que cambia rápido. Es apasionante y
tentador. Haz las cosas sencillas. Confía en tu poderosa mente
y en tu gran corazón por encima de cualquier máquina. Te quiero. Espero que
disfrutes de tu nuevo y espectacular teléfono.