TORREDELCAMPO ANTE LAS DROGAS

Programa de prevención de drogodependencias comunitario dependiente del Ayuntamiento de Torredelcampo, y la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía

jueves, 6 de febrero de 2020

ESAS PEQUEÑAS COSAS DE LA VIDA

¡ESTOY HASTA LA CORONILLA DE TODO, ESPECIALMENTE DE TÍ!!!!!!

Muy bien puede ser la expresión que hoy escuches cuando llegues a tu casa, o te cruces con un amigo o con tu prima, puesto que  hay días en los que mejor haberse quedado en la cama, “si algo puede salir mal, saldrá mal”. Afortunadamente predominan los contrarios, es decir, los días en los que “Si algo puede salir bien, saldrá bien”.

Los conflictos con las  personas de nuestro entorno son el pan nuestro de cada día, hay quienes saben sortear la tormenta muy bien, mientras que para otras supone un auténtico dolor de cabeza, por no hablar de las vueltas e insistentes pensamientos que pueden originar.

Si bien es verdad que la mayor parte de conflictos que tenemos con los demás pueden muy bien evitarse, hay algunos que no son tan fáciles de solventar, ya que dice el refrán que dos no se pelean si uno no quiere, a lo que también podemos decir, que no hay arreglo posible entre dos, si uno de ellos o ellas no quiere. En este caso, poco podemos hacer.
Por tanto vamos a centrarnos en intentar solucionar los problemas interpersonales que sí dependen de nosotros/as y que afortunadamente son el 95% de los casos, es decir, casi todos.
No debemos olvidar que la mayor parte de conflictos se deben a:
Ø      Equivocaciones y malos entendidos.
Ø      Falta de habilidades sociales.
Ø      Falta de empatía.
Ø      Falta de gestión de la ira.
Ø      Orgullo.
Ø      En muchos casos la persona siempre quiere salirse con la suya.
Las dos últimas son las más difíciles de resolver.

Pero ¿Cómo podemos desactivar a alguien enfadado?
Ø      Evitar contagiarse del mal humor del otro/a (darte cuenta de la emoción de ira, rabia o miedo que puedes estar experimentando y haz respiraciones profundas).

Ø      Tranquilízate y toma el control de la situación (con rabia, gritando o mirando a la otra persona de forma agresiva, ¡mal vas!!!!).
Ø      Tranquiliza al que tienes enfrente. Podemos decirle “tranquilo y perdona, no era mi intención ponerte así”.  No nos disculpamos por mantener nuestra postura en la discusión, sino por haber dado lugar a alterarle emocionalmente.
Ø      Esto provocará que la otra persona baje su alarma y rápidamente se tranquilice al comprobar tu actitud conciliadora. En este estado ya tenemos un 70% más de probabilidad de resolver el conflicto.
Ø      Se trata de unirnos ante el problema, nosotros no somos el problema sino que el problema nos afecta a ambos por igual. Se le puede decir “Yo no soy tu enemiga, tú no eres mi enemigo, ambos tenemos un problema común que solucionar conjuntamente”, de este modo pasamos del enfrentamiento a la colaboración.
Ø      A partir de aquí sería conveniente empatizar, preguntar a la otra persona qué necesita, exponer nuestras necesidades y llegar a un acuerdo que recoja el máximo posible de mis demandas, y el máximo posible de las demandas del otro o la otra. Este es el paradigma de solución YO GANO, TÚ GANAS, que debe ser nuestro objetivo.

La gestión emocional no es fácil ya que somos seres emocionales que piensan, pero es fundamental tenerla bajo control para que nuestra parte más humana, LA RAZÓN, pueda prevalecer en nuestras relaciones con las personas de nuestro entorno, ayudándonos a pensar con claridad

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