Somos seres RACIONALES
QUE PIENSAN y ello explica que a pesar de que la inmensa mayoría de la población
sabe que el consumo de drogas es perjudicial para la salud, no solo muchos las consuman
sino que además lo hagan de forma problemática, incrementando las
probabilidades de desarrollar una ADICCIÓN.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7RkBISGSznKMLG8oyg0GURb9_xNnILJ48fZxCwjVMozlR7stAs_6jwsmEcuzbNaxuh3AI7MxtF0pmpgmLg15kKwT1Am0XlanqCBUvUcGt7O9hStdkHZLAet_A1gpKOqKrL2TytkUMXC4/s320/Tipos-de-Adiccion-3.jpg)
Por tanto, como dice el título de la obra de Roberto Aguado[1], Psicólogo clínico y divulgador, LA EMOCIÓN DECIDE Y LA RAZÓN JUSTIFICA, otorgamos un gran poder a las drogas como medio de relajación, para enfrentarnos a los problemas del día a día o como comodín para relacionarnos con los demás, pero al mismo tiempo quitamos hierro a sus consecuencias negativas, apartando de nuestra mente el miedo al consumo. AHÍ VEMOS EL CARÁCTER IRRACIONAL DE LAS EMOCIONES!!!!.
Los
malos momentos, que no faltan a nadie a lo largo de la vida, también guardan
una estrecha relación con las recaídas en el consumo y ello se explica porque el cerebro siempre anda
a la búsqueda de nuestro bienestar, a veces engañándonos y haciéndonos creer
que, por ejemplo el divorcio, la pérdida de un trabajo o de un ser querido se llevará
mejor con una o varias copas o fumando, de ahí su frecuencia en momento difíciles, cogiendo
a la persona absolutamente desprevenida, vulnerable y sin recursos para
defenderse.
Mª Julia Parras Cañada
Lda. en Pedagogía.
Grado en Historia del Arte
Grado en Historia del Arte
Coordinadora de Torredelcampo ante las drogas